El control sobre el petróleo y el agua libios que a Europa le urgen, la harán pasar de ser un protectorado gringo ocupado militarmente, a ser colonia. Rusia jugará su papel con su petróleo, lo que presagia una nueva guerra fría. Ah, Venezuela también. Pero divago.
Se extendería a toda Libia lo que ya la intriga imperial está iniciando: el zurriburri macabro que hay en Afganistán, Iraq y Paquistán. Ah, en Colombia y México. Claro, en México hay más seguridad que en Venezuela; allá solo decapitan personas y las guindan en puentes con puñales clavados y amenazas a los que quedan vivos. Ya no doy más detalles. Pero has de saber, amigo Sancho, que a la ultraderecha esos churriburris patibularios le causan orgasmos múltiples. Como lo que quieren aquí los que hacen huelgas de hambre por violadores, asesinos y ladrones. Los mismos que se quejan de la delincuencia. Pero divago.
Se desatará una inmigración africana masiva hacia el Sur de Europa, en primer lugar, el Norte llegará luego luego porque los trenes tardan. ¿Cómo se detiene un sunami humano? La violencia militar que aplicarán, con sus masacres, emergencia humanitaria, etc., no servirá, salvo para complacer a los electores de Marine Le Pen, la candidata ultraderechista francesa que se pasea de primera en los sondeos. Esa gente no se va a dejar matar así nomás. Y sus compatriotas de nacionalidad europea no se quedarán inertes. Muchos de esos africanos del Norte armaron en Francia una zaragata en 2005. Quemaban más de 100 carros por noche. Aparecerá una sans culotterie suficiente para tomar la Bastilla.
Mejor es que no invadan, pero pedir racionalidad al complejo industrial militar gringo es como pedir penas al horno, como dice el héroe intelectual de la oposición, que llaman, creo, Manuel Rosales. Pero divago.